La sobreexplotación de los recursos acuáticos y las continuadas sequías han reducido su población en la comunidad, que concentra en invierno a unos 1.400 ejemplares en las Vegas Altas, el río Zújar y la zona oriental de Badajoz, según ha informado el delegado de SEO en Extremadura, Marcelino Cardalliaguet, en declaraciones a Efe.
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Esta especie está catalogada en el Libro Rojo de las Aves de España como especie vulnerable y representa "con claridad" la progresiva presión que las aves anátidas han sufrido en la península a causa de la degradación de los humedales, según Cardalliaguet.
En Extremadura se enfrenta a la sobreexplotación de acuíferos, destinados a los regadíos y a las sequías, que cada vez son más prolongadas.
En este sentido ha resaltado el caso del embalse de Orellana, en Badajoz, donde la población de patos ha disminuido de manera paralela a la pérdida de calidad de sus aguas.
Una de las causas del declive se encuentra en los vertidos de fertilizantes y nitratos que genera la agricultura, que propician la desaparición de plantas sumergidas, la principal fuente de alimento de la especie.
El exceso de materia orgánica genera también la "eutrofización" de las aguas, que reduce el oxígeno y genera nuevas algas que producen toxinas y modifican el ecosistema.
Este proceso está aumentando, sobre todo, en la cuenca del Guadiana y supone un problema al que tendrá que enfrentarse la administración en los próximos años, según ha subrayado Cardalliaguet.
Por otro lado, la práctica cinegética y las altas concentraciones de munición de plomo en los humedales reducen su población debido a que los patos las confunden con pequeñas piedras, utilizadas en su proceso digestivo.
Este impacto se registra sobre todo en algunas zonas de las Vegas Altas, donde la práctica cinegética es más intensa.
Cardalliaguet prevé una mejora de los humedales españoles a medio plazo gracias a la directiva marco de agua europea, una normativa de obligado cumplimiento que se ha plasmando en la legislación española.
Las directivas recogen nuevos planes para la recuperación ecológica de las cuencas en los que participan de manera activa las confederaciones hidrográficas.
Por ello, según Cardalliaguet, la sociedad mejorará los recursos fluviales y, por ende, las condiciones para la conservación ecológica de las especies y el propio consumo humano.
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