El Comité de Flora del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES) ha incluido a numerosos países latinoamericanos en un proceso de control por el que les insta a informar sobre la extracción de caoba o arriesgarse a sanciones que pueden llegar a la suspensión del comercio.
El Comité de Flora, reunido esa semana en Ginebra, acordó incluir a 16 países del área de origen y distribución de caoba en el llamado "proceso de comercio significativo", que exige a los productores la presentación de estudios que demuestren la utilización sostenible de la especie, de forma que se garantice su supervivencia, dijo su presidenta, Margarita Clemente, en una entrevista con Efe.
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La catedrática de Botánica de la Universidad de Córdoba (España) explicó que el objetivo es "tratar de que la sostenibilidad de la especie se cumpla en todo el área de distribución".
En la reunión de Ginebra, el Comité de Flora de CITES -que es uno de los acuerdos más importantes en materia de conservación de especies- analizó los datos aportados por cada uno de los países afectados.
Belice, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú, Venezuela, Santa Lucía, Dominica, Guayana, San Vicente y Granadinas, República Dominicana y El Salvador son los países que el Comité de Flora ha decidido incluir en el proceso de "comercio significativo", señaló Clemente.
Las razones son que "algunos no han mandado ninguna información y otros lo han hecho de forma insuficiente o no satisfactoria", dijo la presidenta del Comité.
Sólo tres países del área de distribución, Brasil, Guatemala y México, no han entrado en el proceso al considerar el Comité que la presentación de sus dictámenes sobre extracción sostenible de la caoba era satisfactoria.
"Ahora se les da unos plazos para enviar datos concretos sobre inventario de la población, número de individuos, tipo de crecimiento, etc, y cuando las completen, algunos podrán salir del proceso", agregó.
"Pero si la calidad (de las informaciones) no es buena o no es satisfactoria el tema puede llegar al Comité Permanente de CITES y optar por la suspensión del comercio", subrayó.
En este proceso, el Comité analiza, además, los datos de exportaciones e importaciones de la especie, gracias al sistema de permisos de que dispone CITES, "y si se ve que la especie no va a soportarlo, se activan las alarmas", afirmó Clemente.
Entre los países que han entrado en el proceso de comercio significativo, Clemente destacó como problemático el caso de Perú, que "a pesar de que hace grandes esfuerzos, no nos ha presentado dictámenes de extracción".
Según la presidenta, Perú ha disminuido drásticamente sus exportaciones de caoba, desde los 20.000 m2 a 4.000 m2 en los últimos años, "pero no ha contestado a los requerimientos de presentar dictámenes de extracción no perjudicial".
Clemente destacó que el Convenio CITES no tiene el objetivo de cortar el comercio, sino que "vela por el uso sostenible de especies de gran valor económico, como son estas madereras".
El Comité de Flora de CITES, que se reúne hoy de forma conjunta con el Comité de Fauna en Ginebra, también ha hecho esta semana una revisión de los listados de plantas incluidas en el Convenio, y que constan de dos apéndices.
El primero incluye unas 800 especies cuyo comercio está totalmente prohibido, y en el apéndice II están el resto de las 30.000 especies con las que se puede comerciar con efectivos silvestres siempre que haya dictámenes de extracción sostenible.
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