A través de este programa, que cuenta con el apoyo de la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno del Principado, se va a realizar el seguimiento de diez ejemplares de buitre leonado para conocer sus zonas de campeo y valorar la incidencia que puedan tener los parques eólicos existentes y los de nueva construcción.
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La iniciativa busca hacer compatible la construcción de estas infraestructuras con la conservación de las aves carroñeras, por tratarse de los únicos seres vivos capaces de garantizar la sanidad ambiental entre la fauna tanto salvaje como doméstica.
Según señala FAPAS en un comunicado, la producción de energías limpias a través de la instalación de molinos de viento en las montañas "ha puesto en evidencia los impactos negativos sobre el medio ambiente".
Durante los últimos años, entidades conservacionistas han presentado numerosas denuncias alertando de la muerte de especies protegidas como consecuencia de las aspas de los molinos instalados en zonas de influencia de fauna silvestre.
En este sentido, grandes aves como los buitres y las águilas reales están sufriendo un impacto mayor de mortandad por esta causa.
Así, aunque la población de buitres no tiene tanta importancia en Asturias como en otras áreas de la península Ibérica, los esfuerzos de conservación de esta especie desde hace veinticinco años han dado como resultado la presencia de dos áreas estables donde se reproducen y viven.
En el área de Picos de Europa se estima que existe una población de entre 125 y 150 parejas reproductoras de buitre leonado y en los concejos de Proaza y Quirós, en el área central de Asturias, existen desde hace una década varias colonias reproductoras que mantienen una población de unos 60 ejemplares y entorno a 20 parejas reproductoras.
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