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viernes, 13 de junio de 2008

Greenpeace denuncia que México pretende "evadir" la Ley que protege a las variedades nativas de maíz de los transgénicos

La asociación ecologista Greenpeace denunció hoy que México está "intentando evadir" los procedimientos obligatorios que establece la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (LBOGM) para permitir el cultivo experimental de maíz transgénico, a pesar "de los graves impactos de este cultivo sobre la salud y el medio ambiente".

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En el marco de la visita a España del presidente mexicano, Vicente Calderón, los activistas advirtieron de que la intención del director en jefe del Sistema Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) es autorizar la siembra experimental de maíz transgénico en el país a partir de este mes sin respetar las condiciones contempladas en la Ley.

Para Greenpeace, los procedimientos de la LBOGM "existen debido a la gran importancia que tiene este cultivo, por ser México centro de diversidad y de origen de multitud de variedades de maíz" y no respetarlos significa cometer un acto "especialmente grave".

Así, la coordinadora de la campaña de Agricultura Sustentable y Transgénicos de Greenpeace, Aleira Lara, acusó a las autoridades mexicanas de ceder ante "los intereses de la industria biotecnológica" y recordó que los promotores de los transgénicos "no han logrado comprobar su inocuidad para la salud".

Según los ecologistas, el maíz transgénico podría empezar a plantarse en los próximos meses, entre otros estados, en Sinaloa, Tamaulipas, Sonora, reconocidos en el estudio del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) como Centro de Origen y Diversidad genética del maíz (diez razas), Centro de Diversidad (cinco razas) y Centro de Domesticación (ocho razas), respectivamente.

En cuanto a España, los ecologistas afirman que "sigue siendo el único país de la Unión Europea (UE) que cultiva transgénicos a escala comercial", y lo hace con "una absoluta falta de transparencia, inexistente trazabilidad, descontrol de los cultivos experimentales y decenas de nuevas variedades modificadas genéticamente", lo cual es, en su opinión, es "extremadamente preocupante".

"Mientras los mayores países productores de maíz de la UE han prohibido los transgénicos, el Gobierno español sigue favoreciendo los intereses de un puñado de empresas sobre el interés general de la ciudadanía y del medio ambiente", declaró el responsable de la campaña de Transgénicos de Greenpeace, Juan-Felipe Carrasco,.

Greenpeace presentó el pasado 28 de mayo un documento que recoge una serie de testimonios de productores españoles que han sufrido directa o indirectamente la contaminación por maíz transgénico durante el año 2007 y cuyas realidades socio-económicas se ven fuertemente agredidas por la presencia de este transgénico en nuestros campos.

Por ello, los ecologistas instaron a ambos gobiernos a aprovechar la visita del presidente mexicano para analizar "las repercusiones socioeconómicas y humanas de la presencia de maíz transgénico en sus territorios" y actuar en consecuencia.

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