El ascenso de temperaturas provocado por el cambio climático obliga a millones de mariposas monarca a revolotear cada vez más alto en las montañas mexicanas en busca del ambiente fresco que necesitan para invernar y aparearse tras su migración anual desde Canadá y Estados Unidos.
"Antes las mariposas se veían abajo" de los montes, mientras que ahora ya ninguna desciende de los cerros, y además se marchan en marzo y no en abril como hacían anteriormente, dijo hoy a Efe Homero Gómez, responsable del santuario El Rosario.
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En este paraje natural, situado en el municipio de Ocampo, que pertenece al estado de Michoacán, invernan 60 millones de mariposas cada año.
La migración de las monarca es un fenómeno turístico que atrae a miles de personas que presencian, entre noviembre y marzo, la concentración de 140 millones de estos insectos en lugares muy concretos de los estados de México y Michoacán, en el centro y el suroeste del país, respectivamente.
Sólo en Michoacán, se registraron en la temporada 2006-2007 alrededor de 200.000 visitas a los dos santuarios abiertos al público, de un total de cinco.
En los días soleados, los lepidópteros vuelan por millares tiñendo el bosque de oyamel - un abeto mexicano - con el color rojizo de sus alas.
Si el tiempo está nublado, permanecen posados en las ramas de los árboles, que llegan a doblar con su peso.
Atraídos por este fenómeno, los visitantes ascienden hasta las zonas altas de las montañas, por encima de los 3.000 metros, para verse envueltos por miles de mariposas que se posan sobre su cuerpo y hasta chocan con ellos al caminar.
"Es un espectáculo natural maravilloso e incomparable", dijo a Efe Hernán Ibarra, uno de los visitantes a El Rosario.
Ibarra lamentó, sin embargo, que el comportamiento de algunos turistas, que "hacen ruido, agarran y molestan a las mariposas", no esté a la altura de las circunstancias.
En ese sentido, el guardia del santuario Bernardo González reconoció que la mitad de los visitantes incumplen el reglamento de la reserva con acciones como salir de los senderos habilitados o agarrar a las monarca, algo que puede resultar bastante inadecuado ya que algunos de estos insectos contienen sustancias tóxicas.
El acceso a los santuarios michoacanos de la monarca es posible contratando un tour completo por unos 40 dólares desde Morelia, capital del estado, o por cuenta propia, en transporte público o particular, pagando los 3 dólares que cuesta el acceso.
La mariposa monarca (Danaus plexippus) es un lepidóptero que recorre anualmente más de 3.000 kilómetros entre la zona central de México y la región de los grandes lagos, fronteriza entre Estados Unidos y Canadá.
En México, estos insectos, que tienen una envergadura de unos 11 centímetros con las alas abiertas, se hidratan en los arroyos de montaña y se aparean, tras lo cual los machos mueren y las hembras se desplazan al norte para desovar.
En 1986 se creó en el territorio compartido por Morelia y Estado de México la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca, con una extensión de más de 16.000 hectáreas, aunque también existen varias colonias situadas fuera de los límites de este espacio.
Gómez explicó que en el actual invierno no ha habido inclemencias meteorológicas, como nieve o granizo, que propiciasen una alta mortandad de mariposas, como sí ocurrió otros años como 2004, cuando murieron 10 millones de estos insectos.
No obstante, la muerte por frío es un fenómeno natural que no pone en peligro la supervivencia de la especie, aclaró.
Por el contrario, un fenómeno que preocupa a las autoridades es la tala ilegal en las zonas de invernada, que se ha convertido en una de las principales amenazas para la monarca.
En diciembre pasado, cientos de policías mexicanos confiscaron 6.116 metros cúbicos de madera de la tala ilegal en la reserva de la Mariposa Monarca en el estado occidental de Michoacán, una cifra considerada récord en la historia del país.
También perjudica a las mariposas, según el responsable del santuario, la fumigación de campos en Estados Unidos y Canadá, que mata a las orugas de la mariposa y pone en peligro las futuras generaciones.
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