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domingo, 16 de marzo de 2008

El temporal que batió el récord de las olas más altas jamás registradas en España

Las gigantescas olas que el pasado día 11 arrasaron buena parte de la costa cantábrica viajaron desde miles de kilómetros de distancia y se vieron potenciadas por una marea viva y alta, que superaba los cinco metros en algunas zonas, y por una borrasca con fuertes vientos cerca de tierra que incrementaron su poderío.

Este cúmulo de circunstancias fue, según los expertos consultados por este periódico, lo que provocó que grandes masas de agua del mar inundaran las calles de numerosos municipios costeros del norte, un fenómeno que no se considera anormal desde los parámetros científicos, pero sí es excepcional.

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Las olas más altas, registradas por una boya instalada en el exterior de la costa gallega por Puertos del Estado (Ministerio de Fomento), alcanzaron una media de 12,8 metros en Estaca de Bares (La Coruña) a las 19.00 horas del día 10. Es el máximo histórico registrado en España (el anterior estaba en 11,1 metros) y supone que en esa media hora hubo alguna ola que superó los 20 metros de altura a unas 20 millas de la costa. Una impresionante muralla de agua.

«Ya habíamos dado la alerta roja el día anterior en todo el Cantábrico porque para ello contamos con los datos que llegan de las boyas y los satélites con radares. Fue un oleaje que se generó por un viento muy fuerte a muchos kilómetros al Oeste, que es lo que se llama mar de fondo, y se intensificó con la pleamar al llegar a la costa», explica el director del Centro Nacional de Meteorología en Santander, Salvador Martín.

Martín recuerda que este tipo de temporales se repiten todos los años varias veces, aunque este suave invierno parecía que iba a acabar más tranquilo: «Es la misma tormenta que ha afectado al Reino Unido, donde también ha habido olas de 12 y 15 metros e importantes inundaciones», asegura.

El físico José Carlos Nieto, de la Universidad de Alcalá de Henares, lleva mucho tiempo estudiando cómo prevenir las olas gigantes, mucho mayores que la que llegaron al norte peninsular y mucho más inesperadas. «Las olas monstruosas o 'freak waves', como se las llama en inglés, pueden alcanzar los 30 metros y aparecer en un mar en calma. Pero este temporal del Cantábrico ha sido de olas altas y eran predecibles con cierto margen de error», explica.

A fin de cuentas, se sabe que este mar de fondo surgió en un gran vendaval en Canadá que ha tardado dos o tres días en llegar a las costas europeas. En este largo viaje, el viento fue transmitiendo energía al océano y la altura de las olas fue creciendo. Si a este fenómeno, se suma un mar de viento (es decir, otro temporal cerca de la tierra), una pleamar alta, como hubo en este caso (y con marea viva, que es la que sube y baja más), no es extraño que llegaran al litoral olas de casi 13 metros que acabaron causando grandes destrozos.

Gregorio Parrilla, del Instituto Español de Oceanografía (IEO), añade que la dirección del viento también es importante. «Era un viento que venía sin toparse con una barrera desde el Atlántico Norte, así que tuvo tiempo para hacerse más fuerte y golpear con ganas», indica. Precisamente el IEO instaló el año pasado una boya enfrente de Santander, a 22 millas, para estudiar la variación del clima en el Cantábrico. El pasado día 11, registró olas superiores a los 12 metros con un marea alta de cinco metros.

Pero no es la única. Puertos del Estado tiene rodeado todo el litoral español con 15 boyas de medición en aguas profundas y otras 20 en la costa. Marta Alfonso, responsable de Desarrollo de Redes de este organismo, explica que cada media hora se miden unas 300 olas y se saca una media del tercio de las más altas. Es esa media la que ha superado todos los récords en Galicia, hasta alcanzar los 12,8 metros que, según las estadísticas, afirma que no se repetirán en 30 años.

Alfonso estima que hubo olas de 20 metros en aguas profundas, cuando el máximo del que se tenía constancia eran 17. «Son cifras no esperables», concluye. En este caso, ninguno de los expertos consultados las relaciona con el cambio climático.

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