Ésta es la cifra calculada a partir de los datos -una parte de ellos aún pendientes de auditoría, por lo que pueden variar- aportados al ministerio por los sistemas integrados de gestión de estos residuos, las asociaciones constituidas por los fabricantes, que, desde 2006, están obligados a recoger un volumen de estos dispositivos desechados proporcional al que venden para reciclarlo, reutilizarlo o incinerarlo con fines energéticos.
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El volumen estimado de grandes y pequeños electrodomésticos, equipos informáticos y luminarias recuperados es una "cifra muy buena" porque "en teoría teníamos que superar los cuatro kilos" y en sólo dos años España se ha aproximado a los países que lideran la recogida selectiva en la Unión Europea, ha explicado a Efe José López, jefe del Área de Gestión de Residuos del ministerio.
Estos países son Inglaterra, que recoge siete kilos por persona, y Alemania, que recoge 8,5 kilos por persona.
El director general del sistema de gestión ERP, Ignacio Duque, ha declarado a Efe que esta cantidad debe ponerse en relación no con los aparatos que se ponen hoy en el mercado, algo más de 17 kilos por persona, sino con el volumen (menor) de aparatos vendidos hace diez años, porque es ahora cuando se convierten en residuos.
Duque ha pedido que se garantice la calidad de todos los procesos de recogida, especialmente en la cuota de residuos que llegan a los sistemas de gestión a través de los chatarreros, una gran parte de lo recuperado.
Cataluña, País Vasco y Madrid están entre las comunidades donde los consumidores entregan más aparatos viejos a los puntos limpios de los ayuntamientos o a las tiendas -que están obligadas a recogerlos cuando vende uno nuevo-, porque tienen una tradición más larga, más tejido industrial y mayor densidad de población que facilita la recogida, ha señalado Duque.
Precisamente Cataluña, País Vasco y varias provincias de Andalucía son algunas de las zonas donde hay una mayor red de puntos limpios municipales, que, en otros lugares es relativamente bajo, ha afirmado.
En torno al 70 por ciento de los residuos recogidos se reciclaron, ha estimado López, quien no obstante ha advertido de que aún no existen datos definitivos.
El reciclaje es mayor en el grupo de los grandes electrodomésticos, que, a su vez, suponen la mayor parte del volumen de lo recogido, tanto por su tamaño como porque el ciudadano tiende a llevarlos a la tienda distribuidora o a su segunda residencia, más que los electrodomésticos más pequeños, más susceptibles de acabar en la basura, ha apuntado Duque.
Salvo en el grupo de las luminarias y de los aparatos de control, como voltímetros o de control eléctrico, se cumplirán los porcentajes de reciclaje exigidos por la Unión Europea, ha pronosticado López.
De lo reciclado se obtiene sobre todo hierro o acero, aluminio y plástico, y, en mucha menor medida, cobre.
Los aparatos reutilizados son muchos menos, quizás un 4 ó 5 por ciento, ha estimado Duque, entre ellos grandes electrodomésticos o aparatos pequeños como planchas o secadores que se entregan en buenas condiciones y acaban en el mercado de segunda mano.
Parte de esta reutilización, sin embargo, no se contabiliza, como los ordenadores antiguos que las empresas deciden sustituir y regalan a sus empleados, ha matizado Duque.
La incineración de estos materiales para obtener energía "debe ser despreciable", ha añadido, y el resto acaba en vertederos.
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