Las emisiones españolas de CO2 crecieron un 1,8% en 2007 y se dispararon hasta el 52,3%

El descenso de las emisiones españolas de dióxido de carbono (CO2) en 2006 fue un espejismo. El año pasado volvieron a crecer, un 1,8% y se disparan hasta el 52,3%, según la estimación anual que elaboran Comisiones Obreras (CC.OO.) y la edición española de la revista medioambiental "World Watch".

Este incremento sitúa a España más lejos del Protocolo de Kioto. "Ha sido un muy mal año, récord absoluto de emisiones de España en su historia", precisó José Santamarta, director de "World Watch España".

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Los principales culpables de este incremento de las emisiones de CO2 son el sector de generación eléctrica, que consumió un 8,8% más de carbón y un 4,3% de gas para las plantas de ciclo combinado -el consumo de petróleo apenas subió un 0,7% debido a sus altos precios-, y el transporte (por carretera creció un 3% y un 5% el avión).

España se encuentra así en las peores condiciones para cumplir los objetivos de Kioto, de 2008 a 2012. Dentro de cuatro años, nuestro país debería emitir sólo un 15% más de CO2 y demás gases de efecto invernadero de los que vertió en 1990, año de referencia del tratado. Con un exceso de casi 33 puntos sobre ese tope, sólo queda pagar.

Kioto permite compensar los excesos de CO2 de un país con la compra de "derechos de emisión" a otros Estados menos contaminantes, y con "mecanismos de flexibilidad" como inversiones en energías limpias en países en desarrollo. Pero eso costará mucho dinero, entre 3.500 y 4.000 millones de euros de aquí a 2012, "que no habría que desembolsar si el Gobierno hubiera hecho las cosas bien", señaló Santamarta. Los fondos saldrán "un 60% vía impuestos y el resto a través de la tarifa eléctrica".

Para reconducir la situación, CC.OO. y "World Watch" reclaman una ley de movilidad sostenible que ponga coto a las emisiones de CO2 del transporte; reformar el Plan Estratégico de Infraestructuras, y derivar las inversiones públicas para combatir la desaceleración económica al ferrocarril frente a la carretera, y a la rehabilitación de edificios y viviendas para reducir sus consumos energéticos.