El ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) ordenó a una empresa mexicana detener la construcción de una planta de gas en una reserva natural en el Caribe de Guatemala, informó hoy una fuente oficial.
La decisión de pedir al grupo mexicano Tomza que suspenda la construcción se debe a que no tiene una autorización oficial.
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El Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), integrado por el MARN, el Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT), la Asociación Nacional de Municipalidades, el Instituto de Antropología e Historia y la Asociación Nacional de Ambiente, dio una opinión desfavorable a la instalación.
Según la resolución del CONAP, el proyecto no cumple con los requisitos del estudio de impacto ambiental, por lo que jurídicamente no es viable, pues su ubicación está en un área protegida, que es refugio de vida silvestre en Punta de Manabique, en el departamento caribeño de Izabal.
La presidenta del CONAP, Emma Díaz, explicó a periodistas que el resultado del estudio técnico no es compatible con el entorno ambiental ya que el Estado tiene que cumplir con los convenios internacionales sobre la preservación de los humedales.
El grupo mexicano ya fue notificado de la decisión que adoptaron las autoridades guatemaltecas, pero no se han pronunciado sobre la suspensión de la instalación de la planta de gas, debido a que sus representantes no se encuentran en Guatemala.
El viceministro guatemalteco de Ambiente, Luis Zurita, dijo que ya se le comunicó a la empresa que suspenda el proceso de construcción porque no cuenta con autorización.
Advirtió que si Tomza no acata la orden podrían multarla por más de 12.400 dólares.
La empresa, según el funcionario, tiene un plazo de cinco días para apelar la decisión ante el MARN.
La suspensión de la construcción de la planta había sido pedida el pasado miércoles por el Centro de Acción Legal, Ambiental y Social (Calas), no gubernamental, debido a los daños irreversibles que puede provocar al entorno ecológico en el lugar.
Yuri Melini, director de Calas, dijo a periodistas que la construcción era ilegal debido a que no existe un estudio de impacto ambiental previo, tal y como lo ordena la legislación guatemalteca.
La planta que Tomza pretende construir en Punta de Manabique serviría para almacenar y distribuir gas por medio de tubería submarina de acero al resto del país.
Según Melini, el 20 por ciento de la planta estaría instalada dentro del área de reserva, y el restante 80 por ciento en una zona ecológica que se encuentra en proceso de recuperación.
El Congreso guatemalteco declaró en 1989 a Punta de Manabique como "área protegida", por ser una de las zonas del país donde habitan cientos de especies silvestres de flora y fauna.
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