Los cadáveres han sido encontrados en una playa de la isla Pinta en avanzado estado de putrefacción, con fracturas en el cráneo, pero sin evidencias de que hayan sido mutilados para despojarles de la piel, los dientes o los genitales en el caso de los machos.
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"Los motivos de la masacre los desconocemos, pero se ha abierto una investigación" señaló a la agencia France Presse Victor Carrión, uno de los responsables del Parque Nacional ecuatoriano, que también es el primer lugar que fue designado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 1978.
Una inspección de los cadáveres ha podido determinar que había 13 cachorros, 25 ejemplares juveniles, nueve machos y seis hembras.
Los leones marinos de las Galápagos no tienen depredadores naturales en el medio terrestre, por lo que no suelen huir ante la presencia de humanos. Tal circunstancia indica que alguna o varias personas son causantes de la masacre.
En el año 2001 un grupo de cazadores furtivos masacró a 35 ejemplares de esta especie, y les despojaron de los dientes y de los genitales, que en la medicina tradicional oriental tienen fama por supuestas propiedades afrodisíacas.
El responsable del parque señaló que estos mamíferos marinos forman parte clave de la cadena alimentaria de la zona, por lo que cualquier amenaza o desparición de ejemplares tiene consecuencias en todo el ecosistema.
Las islas Galápagos han entrado en la lista de espacios amenazados hace varios años debido a las especies invasoras, la mayor llegada de turismo y la inmigración creciente.
Los responsables del parque nacional situado en el Pacífico a unos 1.000 kilómetros de Ecuador han declarado que el interés internacional por este conjunto de islas, en el que Charles Darwin concibió la Teoría de la Evolución en el siglo XIX, está contribuyendo a su declive por la llegada continua de visitantes.
Texto extraído de: http://www.elmundo.es
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