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martes, 22 de enero de 2008

Pantherophis guttatus (Guttata)

La Pantherophis guttatus es un colúbrido robusto, fuerte, estilizado, con una cabeza pequeña y un cuerpo preparado para la adaptación a su hábitat en los bosques, pinares y laderas rocosas del sudeste de Estados Unidos, de donde son originarias. Sus medidas normales son de unos 130 cm., llegando incluso a medir entre 180 cm.

Con una coloración que va del rojo claro al naranja y del marrón al anaranjado, dependiendo de la región de donde proceda, presenta manchas cuadradas que recuerdan una silla de montar bordeada por una línea negra. Esta línea se aprecia en función del ejemplar y su tonalidad de fondo. Su parte ventral es blanca, pero pasa al color crema con negro como un tablero de ajedrez.

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Cuidados.
Se aconseja que el terrario sea de forma rectangular, de unos 120 litros de capacidad. Para los más jóvenes es preferible utilizar terrarios más pequeños y así, controlarlos mejor. Muchos criaderos suelen utilizar contenedores de plástico para la iluminación. Aún así, no hay que olvidar que es necesario que la temperatura varíe durante el día entre los 25 y los 29º C. Por la noche es preciso que descienda a los 20-24º C (5ºC menos que la temperatura diurna) y la humedad será siempre inferior al 80%.

Como sustrato utilizaremos corteza, virutas y césped artificial. Hay criadores que suele emplear papel por su fácil limpieza, pero habrá que proporcionarles un escondrijo y ramas para trepar, pues les gusta pasear por el terrario.
Se pueden colocar ramas y piedras naturales, eso si, habrá que desinfectarlas previamente, bien dejándolas en agua y lejía 24 horas y luego enjuagándolas bien y dejándolas secar unos 4 o 5 día, o bien introduciéndolas en el horno durante unos 10 o 15 minutos a 200ºC.
Estos elementos habrá que lavarlos a conciencia cada vez que se limpie el terrario en su totalidad, cada 15 o 20 días.

El agua la mantendremos siempre controlada en su renovación, pues les encanta refrescarse y acostumbran a defecar en ella.

A estas serpientes se las conoce con el nombre de ‘ratoneras’. Pero su alimentación no sólo se basa en ratones, puesto que pueden comer lagartijas, ranas, insectos y aves. Aunque, en cautividad, las mantengamos toda su vida a base de roedores (mus musculus, también conocido por ratón de laboratorio. Véase. La presa será acorde al tamaño del ejemplar, proporcionándole su alimento una vez por semana. Este es un factor discordante, ya que muchos criadores suelen alimentarlas entre 5 y 10 días.

Además, habrá que tener cuidado cuando comience la muda porque, si utilizamos roedores vivos, no comerá y podría ser mordida por éstos. En ese momento, se suelen adaptar a comer animales muertos y descongelados, pero no hay que olvidar que no es muy recomendado por la pérdida de aporte vitamínico que supone, además de dejar a un lado su instinto animal.

Reproducción.
Si partimos de una pareja adulta que haya sido adaptada a la cautividad, mantendremos los ejemplares separados y, en el mes de noviembre, las iremos dejando de alimentar y empezaremos a enfriarlas paulatinamente hasta el mes de diciembre, que ya no les aportaremos alimento. Hay que tenerlas a una temperatura de 15º C y revisar el terrario para la renovación de agua. Una vez llegado el mes de marzo conviene realizar este mismo proceso pero al contrario, es decir, alimentándolas y subiéndoles la temperatura paulatinamente hasta conseguir la adecuada.

En el mes de abril, cuando ya estén preparados, llevaremos a la hembra al terrario del macho. En ese momento empezará el cortejo, puesto que veremos al macho con pequeñas convulsiones encima de la hembra y con movimientos en su cola hasta llegar a la cópula después de varias horas. Cada uno se marchará por sitios diferentes, así que cogeremos a la hembra y la llevaremos a su terrario para repetir la operación al día siguiente o dentro de dos días, hasta que la hembra empiece a rechazar al macho en las próximas semanas. Seguiremos alimentándolos como de costumbre, hasta el momento en que la hembra pierda apetito y comience a engordar.

Transcurridos 60 días, comenzará el desove, por lo que el nido ya tiene que estar preparado. Se trata de un pequeño contenedor con vermiculita húmeda que insertaremos dentro del terrario. En este lugar, la hembra pondrá sus huevos, cuya cantidad oscilará entre cinco y treinta, dependiendo del tamaño de la serpiente. Una vez terminada la puesta, se retirarán los huevos para llevarlos a la incubadora, donde se mantendrán con una buena humedad y a 28º C de temperatura para que las crías nazcan sin problemas transcurridos 60 días, aproximadamente.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No es mejor y menos complicado un perro en casa? :)

Cuelebre dijo...

No, es mas complicado tener un perro en casa.

Unknown dijo...

Para gustos los colores moliere. Pero en un piso, mucho mejor una serpiente en su terrario (sobre todo un colubrido) que un perro. Donde va a parar, no molesta ni hace ruido y no tienes que sacarla todas la mañanas o noches a hacer sus necesidades. Y encima viven el doble de años que un perro.

ROB dijo...

donde puedo conseguir una en costa rica?

Anónimo dijo...

jo tengo una desdehace 3,5 años y no tengo ningun problema , NO HACE RUIDO ,ES DOCIL Y MANSAY TE PUEDES IR UN MES DE VACIONES ,TRANQUILO NA DA MAS QUE DANDOLE 2 RATONES Y UN CACHARRO CON AGUA,ESO SI VIGILA QUE NO SE TE FUGUE ,VIGILA LAS PUERTAS DEL TERRARIO!!!!!!!