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sábado, 9 de febrero de 2008

China perdió el 10% de sus bosques por la ola de frío y nieve

Mientras China regresa a la normalidad después de la peor ola de frío y nevadas en el centro y sur del país, comienzan a ofrecerse los primeros balances de pérdidas, y en uno de ellos se observó que más de 17,3 millones de hectáreas de bosque en el país (el 10 por ciento del total) se han perdido este invierno.

Las cifras fueron publicadas hoy por la Administración Estatal de Bosques a través de la agencia Xinhua, quien advirtió que algunos bosques poco acostumbrados a bajas temperaturas, como los de bambú, han quedado "gravemente destrozados".

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Dieciocho divisiones administrativas del país (de un total de 30) han sufrido pérdidas de masa forestal, y en las más afectadas, hasta el 90 por ciento de los bosques han quedado "arruinados".

Aunque la Administración no aportó cifras sobre pérdidas económicas, informes anteriores de la institución a finales de enero hablaron de posibles daños por valor de 2.500 millones de dólares (1.724 millones de euros) en el sector forestal.

Para la recuperación de los bosques perdidos, la Administración iniciará en primavera una campaña de plantación, pero antes ha advertido a los gobiernos locales que controlen la tala indiscriminada de árboles en las próximas semanas.

Las autoridades forestales temen que, en el caos creado por las nevadas, gente sin escrúpulos intente aprovecharse económicamente y tale bosques sin control para vender su madera, haciéndolos pasar por árboles caídos durante el mal tiempo.

La Administración también advirtió, no obstante, que debe llevarse a cabo una pronta retirada de los árboles caídos, ya que el exceso de madera seca en las zonas forestales podría aumentar en verano el riesgo de incendios forestales.

La ola de frío también podría haber causado la muerte de numerosas aves migratorias en el sur del país, algunas de ellas pertenecientes a especies en vías de extinción.

El Consejo de Estado, por su parte, advirtió el viernes que la ola de frío puede haber debilitado a los animales domésticos en la zona, lo que incrementa los riesgos de epidemias ganaderas, incluyendo la temida gripe aviar o la "enfermedad de la oreja azul", que el año pasado causó la muerte de millones de cerdos y contribuyó a la fuerte inflación anual (por la subida del precio de la carne porcina).

A este respecto, el Consejo de Estado prohibió la venta en los mercados nacionales de animales muertos durante la ola de frío.

Los temporales de nieve también causaron la muerte de más de 14 millones de aves de corral y cerca de un millón y medio de cerdos, vacas y corderos.

Sin embargo, la ola de frío y nieve puede haber beneficiado al medio ambiente. En el desierto de Taklimakán (noroeste de China), la zona más seca del país y que sufrió las más fuertes nevadas nunca antes registradas en la zona, la nieve, según los expertos, ayudará a la reforestación que se está llevando a cabo en su parte sur.

Un blanco manto en esa región se extiende por 750.000 kilómetros cuadrados -área superior a la de toda España-, lo que en primavera ayudará a fortalecer los bosques que allí se han plantado para hacer frente al avance del desierto.

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