La Amazonía brasileña puede perder 670.000 kilómetros cuadrados de selva hasta el año 2030, lo que equivale al 21 por ciento de su actual cobertura vegetal, si se mantienen los actuales índices de deforestación, según un estudio del que informa hoy el diario O Globo.
Efectuado por investigadores de la Universidad Federal de Minas Gerais y del Instituto de Pesquisas Ambientales de la Amazonía, el estudio utiliza como base los índices oficiales de deforestación registrados en los últimos años y las previsiones sobre el avance de la agropecuaria y la construcción de nuevas carreteras.
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La tala en los próximos 23 años de esa gigantesca área vegetal, prácticamente la mitad de la superficie de un país como Perú (1,3 millones de kilómetros cuadrados), puede provocar una reducción significativa de las lluvias, aumento de las emisiones de gases contaminantes y pérdida inmensa de biodiversidad, según el informe.
"Es el escenario más pesimista. Si se confirman las previsiones, los daños para la Amazonía y el Planeta serán irreparables", según Britaldo Soares Filho, investigador de la Universidad Federal de Minas Gerais y uno de los autores del documento.
El estudio forma parte del proyecto "Escenarios para la Amazonía", cuyos primeros resultados fueron publicados en marzo de 2006 por la revista científica Nature.
Los nuevos cálculos utilizan un modelo matemático más preciso y nuevas variables sobre el aumento de la población y de la expansión de la actividad agropecuaria en la región.
Estos nuevos resultados han sido divulgados una semana después de que el propio gobierno brasileño admitiera que la deforestación en la Amazonía volvió a crecer, a ritmos muy elevados, tras tres años consecutivos de reducción.
Según el Ministerio de Medio Ambiente, la Amazonía perdió 3.235 kilómetros cuadrados de bosques en los últimos cinco meses de 2007, lo que el propio organismo calificó como un aumento "nunca visto".
Pero el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales alertó de que esa pérdida de floresta en los últimos meses del año pasado puede ser mayor y llegar a los 7.000 kilómetros cuadrados.
La ministra del Ambiente, Marina Silva, atribuyó ese aumento a la expansión de las fronteras agrícolas por productores interesados en nuevas áreas para cultivar soja y criar ganado.
Tras la divulgación de los últimos datos de deforestación, el Gobierno anunció una serie de medidas de refuerzo en la vigilancia y un endurecimiento de las penas para los responsables.
Entre esas medidas se determinó que los hacendados y dueños de empresas en cuyas tierras se compruebe un alto índice de degradación no podrán recibir más créditos públicos.
Según los datos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), la Amazonía brasileña, que representa el 60 por ciento de la región, ha perdido en cobertura vegetal ya casi el 18 por ciento del total de sus 7 millones de kilómetros cuadrados.
Según los cálculos del estudio citado hoy por el diario O Globo, esa degradación proseguirá debido a que, en el escenario más pesimista, el rebaño en la Amazonía saltará de las actuales 73 millones de cabezas a unas 210 millones en 2030.
De la misma forma, en el escenario más pesimista, la extensión de las áreas de cultivo en la Amazonía se expandirán desde los actuales 80.000 kilómetros cuadrados a cerca de 450.000 kilómetros cuadrados en 2030.
Texto extraído de: http://es.noticias.yahoo.com
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