A la hora de escoger pareja, las hembras de la araña saltarina Phintella vittata lo tienen claro: es mejor aparearse con aquellos machos cuyos cuerpos reflejan los rayos ultravioleta B (UVB). Esta curiosa preferencia sexual, que ha sido estudiada por el biólogo Daiqin Li y sus colegas de la Universidad Nacional de Singapur, revela una capacidad visual desconocida hasta ahora en los artrópodos.
“Los rayos UVA y los UVB forman una pequeña fracción del espectro luminoso, pero los seres humanos no podemos detectarlos”, ha explicado el profesor Li. Previamente se había demostrado que ciertas especies usaban los rayos UVA para comunicarse, “pero éste es el primer estudio que analiza el uso de los rayos UVB en un animal”, añade el experto, que ha publicado sus resultados en la revista Current Biology.
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Ahora el reto está en descubrir por qué los rayos ultravioleta juegan un papel tan importante en el apareamiento de las arañas saltarinas. Desde hace tiempo los científicos saben que los UVB tienen efectos negativos en muchos organismos. Entre otras cosas, provocan quemaduras y "causan cáncer de piel y daño en los ojos (retina) de los mamíferos”, explica Li, que sospecha que la capacidad de reflejar y percibir este rango del espectro luminoso podría cumplir una función adaptativa.
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